¡Punk Síndume! ¡Fenómeno Síndume!

Crónica de una labor editorial.

La edición #12 de la Revista Fenómeno. Nada es lo que parece, en su versión impresa llevó el ensayo ¡Punk Síndume! ¡Uza Síndume! Dicho número, comenzó a planearse con los talleres de “Lengua y Cultura Chichimeca” que Cheke Punk en conjunto con Tomás, un hablante de la comunidad Uza-Chichimeca, comenzaron a compartir en la casa Board Dripper a mediados de 2021. Cheke impartía la mitad del taller con datos historiográficos y Tomas la segunda parte, que era para aprender la lengua. Los talleres se dieron en dos ocasiones, y en las dos, cerramos con un viaje a Misión de Chichimecas, o Ranzo Uza, como ellos lo llaman. En uno de eso viajes nos tocó caminar entre los cerros, y escuchar hablar a uno de los abuelos de la comunidad en su lengua Uza, mientras que otra señora de la comunidad lo traducía. En aquella ocasión, el anciano dijo que había hablado con el Santo en sueños, quien le anunciaba muchas lluvias, y también le advertía sobre la defensa de sus tradiciones, que no las perdieran nunca. Recuerdo que, al siguiente año, se cumplió la profecía de la lluvia abundante, esto sucedió entre 2020 y 2021. 

Tiempo después Cheke y yo platicamos acerca de una colaboración, luego de unos meses me envió un primer borrador. El texto tenía posibilidad, pero aún se encontraba muy viciado por la narrativa académica. En realidad, me gustaba cómo a través del punk y la cumbia, Cheke hacía difusión de la cultura Chichimeca, y a su vez con formalidad a partir de los talleres. La actitud con la que lo asumía ya generaba una narrativa que irrumpía como un fenómeno en las calles de Querétaro. Pues en las fiestas ya entrado en confianza con algunos pulques de por medio, se ponía a hablar y a mezclar palabras en español y chichimeca. Así que comenzamos a trabajar en sacar un pequeño relato a partir de esa experiencia.Cheke había comenzado a hablar la lengua Uza-Chichimeca por lo menos dos años antes de que iniciaran los talleres, con algunos amigos y abuelos de Ranzo Uza (Misión de Chichimecas). Nuestra intensión, por un lado, nunca fue apelar a una verdad científica, o disciplinar, sino más bien a elaborar una narrativa punk-chichimeca, que hablara sobre la coincidencia y similitud histórica de éstas dos culturas y cómo siguen vivas, más allá de los museos, los pueblos mágicos, la moda y los estereotipos de nuestra post-modernidad digital, en esos espacios marginales donde lo ancestral y lo actual conviven y se nutren para mantenerse con vida. En la portada escogí una pieza de Mari Mariel, porque pienso que la inocencia de los niños, también representa una inocencia ancestral de las culturas originarias, escondidos ahí, debajo de la tierra, como las pirámides, como los rastros de las culturas antiguas que tenemos que “descubrir”, pero que están a la vista de todos.

También lo creí representativo, porque Mari me parece lo más punk en el mundo de las artes visuales en la actualidad, pues además de su talento en la gráfica, siempre apela al trabajo colectivo, a la amistad como un principio, a la solidaridad como una forma de relacionarse. Lo mismo que Cheke, quién a partir de la música, siempre anda en colectivo de un lado para otro con sus amigos punk-krust, viviendo el nomadismo subterráneo del continente en su máxima expresión y difundiendo en cualquier espacio las culturas punk y chichimeka. Ambos artistas comprometidos con sus causas artísticas y convicciones solidarias.Así, comenzamos con la edición del texto en plena pandemia. Fueron ocho revisiones con él y otras que le hice al texto hasta que pudo quedar con el ritmo y el contenido que deseaba. Debo admitir que recorté el texto luego de las últimas revisiones que hice con Cheke, ya que su última versión tenía una extensión imposible para el tríptico-poster “Fenómeno”, en el cual, llegar a cinco páginas, ya es demasiado.Con el material en mano, Marcela Hernández (Mahrce), quien se ha hecho cargo del diseño editorial de los últimos seis números de este proyecto, procedió con su gran labor en el diseño editorial, el cual por cierto, una vez más le dio identidad visual al texto, y al encarte con los patrocinadores. Un par de semanas después a la imprenta, en esta ocasión fue Panda Press quien llevó a cabo el tiraje de 2500 ejemplares del doceavo número de la revista Fenómeno. Nada es lo que parece.

 Presentaciones y Difusión     

 Justo cuando terminé de editar el texto y se lo pude enviar a Mahrce; Cheke me dijo que se iba de viaje, y que no sabía cuándo iba a regresar, pues iba a ir caminando rumbo al sur hasta llegar a Argentina, o Uruguay, no lo sabía bien. Ahora mismo creo que está llegando a Ecuador, o por ahí. Me alegró mucho su viaje, sin embargo, eso presentaba el problema de que no estuviera en ninguna de las presentaciones para hablar sobre el tema, junto con alguien más de la comunidad. Cheke me dejó los contactos con algunos de Misión de Chichimecas, y se fue a recorrer América Latina con su compañera Amaya Hernández, quien también lo acompaña en sus producciones musicales. 

 Antes de continuar con las presentaciones, obtuve las colaboraciones de Aurora Méndez, Edson González, Aldo Rosas; los dos primeros antropólogos, que se habían encargo de investigar y documentar sobre la cultura, aportaron algunos artículos para el sitio web. Aldo, un caricaturista, se encargó de realizar un par de imágenes para realizar playeras y stickers.De esta forma, ya con la página actualizada, 2500 ejemplares de la edición número 12 de la revista, comencé a peregrinar en diversos espacios para dar a conocer el proyecto y su tema actual. Además de realizar la distribución en cafeterías como Café Toulose Lautrec, Monono, Once Café, Alta nota; y tiendas de diversos productos y servicios como Cromografic (material de serigrafía), El Barrio Street Hair Cut, El Restauratorio Ink, Angat Tatto, Origens Tatto , Orion Tatto, Toki Haiku, Librería Pessoa, Casa de la Contracultura, Casa Zamorano, Cantina Don Amado, y demás locales.

La primera presentación oficial fue en un Festival de Cultura Chichimeca al que nos invitaron. Era un festival organizado por unas cuantas personas de la comunidad que estaban participando en la cuestión de las Autoridades Tradicionales. Al evento no fueron muchas personas de la comunidad, pero sí Don Trini, un viejo Chichimeca que es famoso por sus actividades, pues además de participar con instituciones, fue el primero que hizo un cine de sombras para contar historias Chichimecas. En aquel viaje me acompañó Aldo, y mientras estuvimos ahí me parece que vendió un par de caricaturas que hacía al instante sobre la gente. En aquel viaje también conocimos a Lalo Majurock, quien es tatuador, obrero, pintor y catador de pulque, él me pudo explicar que más o menos su visión sobre los representantes tradicionales, de quienes opinaba que estaba bien, pero que seguían siento las formas de gobierno.           

La segunda presentación la realizamos en Casa Zamorano, un espacio cultural alternativo que abrió por un tiempo. Ahí nos acompañó nuestro amigo de Ancestraloops, Robe Petricholet, músico y gustoso de investigar a fondo los calendarios de la cultura nahuatl. También nos acopañó Loredo, del colectivo Flush Comunity, y estuvo a punto de tocar Sock el Bellako; sin embargo, un tipo tuvo la cortesía de echar a perder el evento al agredir verbalmente a varios invitados, y después a los propietarios del espacio, a quienes también agredió, ya de forma física. Luego me parece que hubo demanda y demás, pero ya saben.           

Luego seguimos la presentación en Casa Tonalli, un pequeño espacio de Ana y Moy, antiguos punks de la ciudad, para vender café y desayunos. En ese lugar tuvimos la oportunidad de poner un pequeño tianguis cultural, presentar y leer el texto con los asistentes, además de escuchar y bailar con la Osadía Pugnar, la Mona Vegana y After Art, que tocó una sesión de vinilos. Hubo tostadas de ceviche vegano y caguamas. La fiesta terminó hasta el siguiente día.       

     La siguiente presentación fue en Cerrito Colorado, con los amigos de los “Afektados”, de quienes ya escribí una pequeña crónica, dicha presentación, digamos que fue la última que organicé. Porque después paramos las actividades un poco y en adelante sólo tuvimos invitaciones, como la Librería del Fondo de Cultura de Metepec, Edo. De Mexico, y también al Festival de la lengua Otomí de la UAQ este 2024. En este último nuestro anfitrión Sergio Ugalde atinó a decir que este número de Fenómeno estaba escrito en “uzañol”, así lo describió durante unos comentarios en la presentación que se llevó a cabo en Centro de las Artes de Querétaro, como parte de las actividades del festival. Por otro lado, los últimos meses, la revista ha tenido como nicho de distribución el club de golf  “El Campanario”.       

     Publicamos esta pequeña crónica a modo de cierre de esta edición. Y como forma de reivindicar nuestra labor, tratando de llevar nuestros contenidos a todos los sectores posibles de la población, de una u otra forma. Así, seguiremos nuestro camino editorial con la edición de skate, y otros temas socio deportivos en la ciudad. 

¡Fenómeno Síndume!

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